La Paz, 19 de Octubre de 2025.- Hoy 19 de Octubre recordamos internacionalmente el Día de la Catedral, Conoce Bolivia rinde homenaje a los templos más representativos del país, verdaderas joyas arquitectónicas que combinan historia, fe y arte. Cada una de ellas guarda siglos de tradición y devoción, pero también es un punto de encuentro para visitantes que buscan conocer el alma cultural de nuestras ciudades. Desde los Andes hasta la Amazonía, las catedrales bolivianas relatan, en piedra y madera, la historia viva de un país diverso y profundamente espiritual.
En el corazón de la sede de gobierno se levanta la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de La Paz, una obra majestuosa de estilo neoclásico con detalles barrocos que domina la Plaza Murillo. Construida en 1835, su cúpula metálica y sus torres gemelas forman parte inseparable del paisaje paceño. En su interior reposan esculturas coloniales, vitrales coloridos y un museo de arte sacro que invita a descubrir el valor espiritual y artístico de la fe paceña. Al caer la noche, su fachada iluminada ofrece una de las postales más imponentes de la ciudad.

En el sur, la Catedral Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es el corazón espiritual de Sucre y uno de los templos coloniales más hermosos de América del Sur. Su construcción comenzó en 1551 y concluyó en el siglo XVIII, reflejando un refinado estilo renacentista y barroco. En su interior brilla la venerada imagen de la Virgen de Guadalupe, cubierta de plata, oro y piedras preciosas. Este santuario no solo simboliza la fe de los sucrenses, sino que también es una de las principales atracciones para quienes recorren la capital histórica del país.
Más al oriente, en Santa Cruz de la Sierra, se alza la Catedral Basílica de San Lorenzo Mártir, conocida como la Catedral Cruceña. Su arquitectura, que combina ladrillo artesanal, madera tallada y elementos neoclásicos, refleja la calidez y la identidad del pueblo cruceño. Desde su torre se obtiene una vista panorámica espectacular de la Plaza 24 de Septiembre, especialmente al atardecer, cuando la ciudad se tiñe de tonos dorados. Este templo, declarado patrimonio arquitectónico y urbano, es una parada obligatoria para quienes visitan la capital oriental.


En el valle de Cochabamba, la Catedral Metropolitana de San Sebastián representa el encuentro entre el barroco español y las tradiciones indígenas. Construida entre los siglos XVI y XVIII, se levanta frente a la Plaza 14 de Septiembre como símbolo de la fe valluna. Su interior, adornado con frescos y tallados en madera, invita al silencio y la contemplación, mientras su fachada de piedra recuerda el trabajo artesanal de generaciones pasadas. Es, sin duda, uno de los lugares más emblemáticos para quienes desean conocer la historia religiosa y cultural del centro del país.
Finalmente, en la Villa Imperial de Potosí, la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Paz guarda el testimonio de la grandeza minera del Alto Perú. Construida entre 1808 y 1836 en estilo neoclásico, se distingue por sus pinturas coloniales, su órgano histórico y sus vidrieras coloridas. Desde su mirador se puede observar el Cerro Rico, recordando la profunda conexión entre la fe y la historia de un pueblo que forjó su identidad entre la devoción y el trabajo.
Cada una de estas catedrales representa un capítulo del patrimonio boliviano, una muestra de cómo la arquitectura, la espiritualidad y la cultura se entrelazan para formar parte esencial de nuestra identidad nacional. En este Día de la Catedral, Conoce Bolivia invita a la población a redescubrir estos espacios sagrados, recorrer sus calles históricas y vivir la experiencia de la fe a través del turismo cultural.
Porque en cada catedral se esconde una historia, una obra de arte y un pedacito del alma boliviana.